lunes, 22 de junio de 2009

El Mejor Ginecologo

Hecho de la vida real sucedido en Asia

Llegó una mujer muy asustada al consultorio de su ginecólogo y le dijo:
—Doctor: por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio. Mi bebé aún no cumple un año y ya estoy de nuevo embarazada. No quiero tener hijos en tan poco tiempo, prefiero un espacio mayor entre uno y otro... El médico entonces le preguntó:
—Muy bien, entonces ¿qué quiere que yo haga?... Ella respondió:
—Deseo interrumpir mi embarazo y quiero contar con su ayuda.
El médico se quedó pensando un poco y después de algún tiempo de silencio le dijo a la mujer:
—Creo que tengo un método mejor para solucionar el problema y es menos peligroso para usted.
La mujer sonrió. Él siguió hablando:
—Vea bien señora, para no tener que estar con dos bebés a la vez en tan corto espacio de tiempo, vamos a matar a este niño que está en sus brazos. Así usted podrá descansar para tener el otro, tendrá un periodo de descanso hasta que el otro niño nazca. Si vamos a matar, no hay diferencia entre uno y otro de los niños. Y hasta es más fácil sacrificar a éste que usted tiene entre sus brazos puesto que usted no correrá ningún riesgo.
La mujer se asustó y dijo:
— ¡No, doctor! ¡Qué horror! ¡Matar a un niño es un crimen!
—También pienso lo mismo, señora, pero me pareció usted tan convencida de eso, que por un momento pensé en ayudarla.

El médico sonrió y después de algunas consideraciones, vio que su lección surtía efecto. Convenció a la madre que no hay la menor diferencia entre matar un niño que ya nació y matar a uno que está por nacer, y que está vivo en el seno materno.

Fuente: "Revista Inquietud Nueva"