Aproximadamente hace tres años estuve hablando con una muchacha, ella me contaba lo siguiente:
- Ay, tú no sabes lo que me pasó el otro dia, estaba yo en el parque con unos politicos y se me ha aparecido Sandro, y tú no sabes lo que me dijo...
Qué te dijo? - le contesté
- Dique que yo era novia de él, alante de esa gente, por poco me hace pasar una verguenza. Pero yo me hice la loca y le segui la corriente, le dije: - Claro mi amor tu sabes que tu y yo somos novios, y le pique un ojo a la gente que estabn conmigo.
E' verdad que el y yo eramos novios, pero hace mucho, cuando eso yo era una muchachita como de 14 años y el no estaba asi como esta ahora....
Reflexion:
Yo conocí y conozco a Sandro, era un muchacho elegante, las mujeres andaban como locas detrás de él, era muy popular e interesante, pero desgraciadamente se metió a las drogas. De verdad que eso fue algo que todos sus amigos lamentamos.
Es increíble lo que hace la droga, encadena a las personas, las manipula y las convierte en marionetas que maneja a su antojo. Ya no existe la voluntad, pero si la dependencia. Se pierde todo: la vergüenza, la vanidad, el dinero, las mujeres…. en fin es muy poca cosa lo que conserva un drogadicto.
Hoy Sandro anda como un zombi, sin amigos, sin mujeres, sin ropas caras pues ya ni eso puede tener pues si su padre se las compra él las vende. Muchas son las veces que lo he visto mendigando unas monedas, no es ni la sombra de lo que fue.
