Como cambian los tiempos y como nos complicamos la vida a veces. Hace unos días estuve hablando con una amiga, ella decía que tenía varios “enamorados” para ser más específicos, le estaba “dando alas” 5 hombres, al ver mi cara de impresión me dice: -Any hay que ser mala con los hombres, yo fui muy buena y por eso sufrí mucho, pero ya no más.
Hoy iba caminando por la calle cuando pase por el lado de un joven y sin proponérmelo escuche lo que decía: - A las mujeres no se les puede tomar en serio, son unas desgraciadas.
No sé qué pasa pero por lo que puedo apreciar, hay mucha decepción, mucha desesperanza en la gente, y todo esto es como una bola de nieve que se engrosa cada día más. - Como fui decepcionada debo decepcionar, y así cada día hay más decepcionadores y menos gente que decepcionar.
Las mayoría de personas estos días, tras terminar una relación importante, ya no quieren comprometerse, solo quieren gozar y no volver a sufrir más decepciones, se pierde la ilusión, el romanticismo se extingue, nos volvemos fríos y nos hacemos los indiferentes. La gente no quiere correr riesgo, no quiere comprometerse.
¿Y qué es lo que está pasando? será saludable esta actitud… la mujer usa al hombre y viceversa. Solo importa los “propósitos”. – hoy me sale algo ($) con fulano, porque vamos a salir. Qué cosas… el amor es criticado como un sentimiento ridículo, aquel que se enamora es tildado de pariguayo.
A mi criterio todo esto es una equivocación, sin amor no somos nada, sin él no podemos superar nada. Aquel que más ama es el que está más cerca de Dios porque todo él es amor.
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